Veo el sol y la luna
en un destello de mis ojos;
mis manos recorrer tu cuerpo,
acariciar tu ternura,
sentir tu aliento,
respirar mi deseo,
tapar mi boca y no dejar
que mi alma pronuncie tu nombre.
Ahora que estoy sólo
añoro verme en ti,
viajar en la inmensidad de tu mirada,
sentirme amado, querido,
o cuando menos alguien,
para estar ahí,
sentado frente a ti
bajo la penumbra del amor
que no aceptaba
por temor a equivocarme y que hora es solo tuyo
En el tránsito de las noches
acaricio soledades,
respiro tus recuerdos,
ahogo el insomnio en un suspiro
por no tenerte esta noche,
aquí conmigo.
guillermo nieto arreola
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